martes, 1 de julio de 2008

FUEGOS DE ARTIFICIO EN LA EDUCACIÓN VALENCIANA

Compartimos la opinión de que la educación debe ser una prioridad en la gestión de cualquier Gobierno, porque a través de ella se cohesiona a la sociedad, se apoya e integra al que tiene dificultades y se eleva el nivel de cualificación de los ciudadanos de un país. Es cierto que se ha hecho un esfuerzo educativo importante en España durante los últimos 30 años, pero también es cierto que en la España de las Autonomías, en la que las competencias educativas están transferidas, las diferencias son evidentes y, en algunos casos, sustanciales.

Se han iniciado las vacaciones escolares y nos asalta una pregunta: ¿Ha aprobado el Gobierno Valenciano el curso escolar?

Repasemos las diferentes asignaturas:
Estabilidad Educativa: Suspenso. La sociedad valenciana ha asistido con estupor a los descarados retrasos en la aplicación de toda la legislación autonómica que se deriva de la puesta en marcha de la Ley Orgánica de Educación. Uno de los problemas más graves del sistema educativo valenciano, además de la alta tasa de fracaso escolar, es que el 35% de los jóvenes abandonan los estudios después de la enseñanza obligatoria. Que el conseller Font de Mora llegara a declarar que la solución sería el transvase del Ebro es un insulto a la inteligencia. Ante los problemas... ¡agua vaaaaaa!

Resultados educativos: Suspenso. Nuestra tasa de fracaso escolar es una de las más altas de España. Falta profesorado y las sustituciones, cuando se producen, se hacen con retraso. Se vende a la opinión pública como solución el llamado " Pla Èxit". Este plan, copiado del que se realiza en Castilla-León, no tiene nada que ver con él. En la Comunidad Valenciana se demanda profesorado voluntario, se ofrecen clases para muy pocas asignaturas y se establecen las clases en el mes de julio. Todo improvisación. Pero, eso sí, se culpa a los docentes de las penurias del sistema educativo y se vende a la opinión pública que el profesorado no quiere colaborar. Es un hecho evidente que el 25% del alumnado con fracaso escolar no recibe clases de apoyo cuando debería, que es durante el curso académico. Pero esto significa más recursos humanos y económicos. Ante la improvisación... ¡humo vaaaaa!

Inversión y eficacia en el gasto educativo: Suspenso. El gasto por alumno en la Comunidad Valenciana es el tercero más bajo de España. El Gobierno Valenciano obvia el deterioro de los centros, los despilfarros de CIEGSA y el retraso en las nuevas construcciones. Hay que racionalizar el gasto y ser más eficaz en la gestión de los recursos. Hay que invertir más y mejor. Destinar recursos humanos y financieros para que la asignatura Educación para la Ciudadanía se imparta en Inglés es un auténtico despropósito. Se malgastarán 3 millones de euros en profesorado itinerante para que el alumnado ni aprenda bien inglés ni aprenda bien Educación para la Ciudadanía. Cantidad a la que habrá que añadir otros 900.000 euros para la enseñanza privada concertada. Somos la única comunidad autónoma que se ha embarcado en tamaño disparate.... ¡Traca vaaaaa!

Agentes educativos: Suspenso. Dicen los especialistas que el profesor de hoy debe actuar de mediador entre el centro escolar y las familias para que tanto el desarrollo educativo como social del alumnado sea el adecuado y, como consecuencia, las cifras de fracaso escolar no sigan aumentando. La política del Gobierno Valenciano, en lugar de favorecer compromisos educativos entre la escuela y las familias, aumenta la desconfianza y propicia la fractura entre ambas. Se transmite la idea de que el profesorado no quiere trabajar, tiene muchas vacaciones y sólo le preocupa el sueldo. Eso es jugar con fuego y quemar una relación fundamental entre los agentes educativos….. ¡Fuego vaaaaaa!

La política educativa corresponde al Gobierno Valenciano y la Conselleria de Educación no debe ser un organismo de propaganda y agitación sino que debe dinamizar el eje escuela, familia y sociedad, porque nos jugamos mucho. Ningún bien recibe la Comunidad Valenciana de la guerra abierta por el Gobierno de la Generalitat contra el Gobierno Central. Cuando la educación se convierte en campo de batalla, la primera víctima es la educación misma.

El profesorado y las familias, principales agentes educativos, tienen que soportar la deficiente gestión de los recursos humanos y económicos en la segunda Comunidad Autónoma más endeudada de España, que no ha hecho los deberes cuando el ciclo económico era favorable.
La respuesta a la pregunta que nos hacíamos de si el Gobierno Valenciano había aprobado el curso escolar, es, evidentemente, NO.

Y ahora nos preguntamos: ¿Cuánto durará el espectáculo pirotécnico de fuegos de artificio en la educación valenciana?

Octubre 82
Francesc de Paula Seva, Manuel Giménez, Elena García, Marisol Moreno, Miguel Angel Esteve, Juan Figuerez, Conchi Moril, Isabel Sellés y José Angel Baeza.

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